TALAVERUELA: ... CE EST LA ROSSE, CROIS MOI" Diría Gilbert... Becou8no...

... CE EST LA ROSSE, CROIS MOI" Diría Gilbert... Becou8no se si al apellido le corresponden esas letras. Esta canción la pedí, y fue cantada por la animadora, en la parte del comedor, en que nosotros estábamos. ¿Recuerdas? Llovía: Un árabe (garçon en esa parte nuestra, trató de mofarse de nosotros, la vieja y sufrida; de otros años; le puse a caldo, con mi deformado francés, me entendió perfectamente, y después del primer momento de asombro, luego resultó un servicial pelotillero. Sabes que mi poca simpatía por alguno de estos individuos, esta justificada.
Ayer he tratado de contactar contigo: salió el buzón de voz en francés: quería preguntar por tu padre.
Pese a que había elaborado un poema, triste, por otros derroteros, hoy iniciaremos nuestra tarea, con nuevos poemas, para, este año nuevo, y para que sepan los jóvenes que, en lo difícil de correr tras del pan, aún nos quedaba tiempo para el amor... y algunos "para dar guerra"porque esto era preciso.

AÚN NO TE LLAMABAS...

Aún no te llamabas
fuente, donde aplacad mi sed,
ni le arroyo aquel
que canta en las cascadas.
Aún no te llamabas
rayo de luna brillante
bebiendo el rocío de los lirios
con las últimas estrellas
agonizando en el Alba.
Aún no te llamaba, mía
en al brisa de estío...

Aún no te llamabas NADA.
hasta el instante,
! de pronto, en un suspiro
te llamé MUJER!..
Te pronuncie risa y ternura.
en el murmullo de arroyo,
cantar de los pájaros
e los inquietos mirlos.

Tomé tu mano niña
y miré tus ojos
tímidos
en cantar de ruiseñores.
Fue entonces
que entre los zarzales
brotaron cantos de amores.

Comencé a soñar, y sueño
pronunciando: te amo.
Amo tus manos
juguetonas
acariciando El AYER
en este silencio largo,

Desde aquel AYER
te busco en mi lecho
y silencio de almohada.
Y en mis sueños te encuentro
porque te sigo amando
en el gotear de mis lágrimas...
Y tus manos
y tus dedos, furiosos de placer
clavándose en mi espalda.

Y tengo mucha sed
y bebo de tu agua
Y amo tus pechos
aplastados con mi pecho.
Y tu cara sobre mi cara,
ardiendo...
Y amo tu suave morder
de enamorada.
Y me enredo en tus cabellos
desparramados por mi almohada.
JM (LIBERTAD)