Buenas tardes-noches TALAVUELA: Aquí estoy con mis pensamientos, ¡son los años que no perdonan! je, je, je.
Estoy recordando la semana Santa de mi niñez y primera juventud. Cuando se cubrian las imagenes con crespones de color, morado preferentemente, por que indica sacrificio y penitencia, simbolizando la tristeza, desolación y sufrimiento de Jesus en una noche tan trágica. Otra razón para cubrir las imágenes, no menos importante, era para no descentrarse del misterio de la fe fundamental: la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo.
Esto se hacía el Jueves Santo despues de la Santa Misa, comenzando la Semana Santa propiamente dicha. Durante esos dos dias Viernes y Sabado Santo no se oficiaba el sacrificio de la misa, hasta el Domingo de Resurrección. Se preparaban los "monumentos" y se celebraban los llamados oficios Divinos. Enmudecian las campanas y se llamaba a los fieles utilizando "carracas" y "mazos" de madera, encargandose los monaguillos de ese menester recorriendo las calles del pueblo haciendolos sonar.
¡Eso sí, la fiesta del domingo de Resurrección era algo extraordinario. La iglesia volvia a brillar con luz propia. Había volteo de las campanas tocando a Gloria, se descubrian las imágenes y la Santa Misa era solemne, con la solemnidad propia de cada parróquia.
¡Qué recuerdos!. Un saludo afectuoso. ¡Qué pero qué requete-bonita es la Virgen que lleva mi nombre!, bueno, mejor dicho, "yo llevo el suyo".
Estoy recordando la semana Santa de mi niñez y primera juventud. Cuando se cubrian las imagenes con crespones de color, morado preferentemente, por que indica sacrificio y penitencia, simbolizando la tristeza, desolación y sufrimiento de Jesus en una noche tan trágica. Otra razón para cubrir las imágenes, no menos importante, era para no descentrarse del misterio de la fe fundamental: la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo.
Esto se hacía el Jueves Santo despues de la Santa Misa, comenzando la Semana Santa propiamente dicha. Durante esos dos dias Viernes y Sabado Santo no se oficiaba el sacrificio de la misa, hasta el Domingo de Resurrección. Se preparaban los "monumentos" y se celebraban los llamados oficios Divinos. Enmudecian las campanas y se llamaba a los fieles utilizando "carracas" y "mazos" de madera, encargandose los monaguillos de ese menester recorriendo las calles del pueblo haciendolos sonar.
¡Eso sí, la fiesta del domingo de Resurrección era algo extraordinario. La iglesia volvia a brillar con luz propia. Había volteo de las campanas tocando a Gloria, se descubrian las imágenes y la Santa Misa era solemne, con la solemnidad propia de cada parróquia.
¡Qué recuerdos!. Un saludo afectuoso. ¡Qué pero qué requete-bonita es la Virgen que lleva mi nombre!, bueno, mejor dicho, "yo llevo el suyo".