Hola Victoria,
a mí me pasa algo parecido a tu poesia.
En mi vuelta a casa en tren, como casi siempre me siento más o menos en el mismo sitio, suelo coincidir con una chica de mi quinta según me ha dicho. Nos conocimos así, por ir sentadas en uno de los 4 asientos del mismo sitio.
El caso es que yo no sé como se llama, ni dónde trabaja, ni en que trabaja. Ni ella tampoco sabe eso de mí. Pero vivimos en la misma ciudad, aunque se baja una parada antes que yo.
Es una chica muy maja, y ya sabemos algunas cosas la una de la otra sin importancia, de nuestro años quinceañeros, y hablamos de la sentada de la puerta del sol que el día que fui a verlo, coincidí con ella a la vuelta en el tren.
Creo que es extremeña o de Granada, por el acento que tiene. Se lo preguntaré la próxima vez que coincida con ella.
¿acabaremos siendo amigas?
Un abrazo, y te deseo empieces bien el finde.
a mí me pasa algo parecido a tu poesia.
En mi vuelta a casa en tren, como casi siempre me siento más o menos en el mismo sitio, suelo coincidir con una chica de mi quinta según me ha dicho. Nos conocimos así, por ir sentadas en uno de los 4 asientos del mismo sitio.
El caso es que yo no sé como se llama, ni dónde trabaja, ni en que trabaja. Ni ella tampoco sabe eso de mí. Pero vivimos en la misma ciudad, aunque se baja una parada antes que yo.
Es una chica muy maja, y ya sabemos algunas cosas la una de la otra sin importancia, de nuestro años quinceañeros, y hablamos de la sentada de la puerta del sol que el día que fui a verlo, coincidí con ella a la vuelta en el tren.
Creo que es extremeña o de Granada, por el acento que tiene. Se lo preguntaré la próxima vez que coincida con ella.
¿acabaremos siendo amigas?
Un abrazo, y te deseo empieces bien el finde.