Y sin embargo, somos los mismos que una tarde
se juntaron en ésa, tu mirada profunda.
Somos los que una noche callada aprisionaron
toda la paz de Dios entre sus manos juntas.
se juntaron en ésa, tu mirada profunda.
Somos los que una noche callada aprisionaron
toda la paz de Dios entre sus manos juntas.