Zacho, que alegria me has dado al decirme quien eres por que aunque muy muy lejanos somos
familia.
Cuando íbamos a la rivera"a pié"a trabajar, y cuando volvíamos "a pié"despues de trabajar todo el día, a veces alguien que volvia sin carga y con
caballos, burros mulos o lo que fuera nos decía de montar, cosa que agradecíamos muchisímo.
Una vez tu padre Fausto, me invitó a montar en un
caballo blanco, yo acepté
enseguida.
No se por que razón el caballo empezó a galopar, en mi vida he pasado mas
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