Antonio Carrizal Correas mi tío y mi padrino.
A MI TÍO.
Hablando con mi tío,
está un señor y no me fío,
y a mí se me ha ocurrío,
sacar un poema de este tío.
De risa, riendo, yo me río,
el pobre hombre cree que desvarío,
y malhumorado, a la calle se ha salío,
la puerta deja abierta el muy descosío,
y yo, de repente, he sentío frío.
Ahora de gracia, a gusto, me río,
y me río, sin saber porque me río,
si es de contar el poema, a mi tío,
del hombre que se ha ío,
del frío que he cogío,
o del monumental lío,
en que me he metío,
o del poema que me ha salío.
(A mi tío y padrino Antonio Carrizal Correas).
ZACHO Diciembre de 2.001.
Hablando con mi tío,
está un señor y no me fío,
y a mí se me ha ocurrío,
sacar un poema de este tío.
De risa, riendo, yo me río,
el pobre hombre cree que desvarío,
y malhumorado, a la calle se ha salío,
la puerta deja abierta el muy descosío,
y yo, de repente, he sentío frío.
Ahora de gracia, a gusto, me río,
y me río, sin saber porque me río,
si es de contar el poema, a mi tío,
del hombre que se ha ío,
del frío que he cogío,
o del monumental lío,
en que me he metío,
o del poema que me ha salío.
(A mi tío y padrino Antonio Carrizal Correas).
ZACHO Diciembre de 2.001.