OFICIO SINGULARES
A la memoria del Sr Regino..
El herrero, se dedicaba a trabajar el hierro que recibía sin labrar, lo hacía en su peculiar taller denominado “fragua”, en él efectuaba toda clase de trabajos, aros que servían de llantas para las ruedas de los carros; aperos de labranza como las rejas para los arados, que luego calzaba cuando se gastaban; fabricaba arados de los llamados romanos, los calzaba cuando se gastaba el dental donde encajaba la reja; hacía herramienta y utensilios propios de los trabajos agrícolas, tales como hachas, guadañas, cuchillos, también puertas, rejas y ventanas, además de un sinfín de utensilios utilizados en el trabajo y la vida cotidiana, sobre todo en las pequeñas poblaciones.
Era un oficio que también asumía las funciones propias de cerrajero, viéndose comprometido a hacer cerraduras, llaves, bisagras y pequeños herrajes, amén de otros muchos para los que era requerido. En definitiva, era el artesano o artista del pueblo, cuyo taller, “la fragua”, solía ser además, punto de reunión de los vecinos, pues además eran generalmente, personas amables y sobre todo, muy trabajadoras.
Para hacer su trabajo se tenía que rodear de elementos y herramientas adecuadas típicas del oficio, hoy generalmente anticuadas, pero indispensable para realizar bien el trabajo, las cuales por su singularidad, belleza e historia, deberían haber sido conservadas instaurando en estos inmuebles, una especie de museo pues en la mayoria de los pueblos han desaparecido o están arruinado. Una pena..
Con la evolución de la tecnología, este oficio está en desuso, al suplir sus funciones los cerrajeros, mecánicos, carpinteros, etc., por lo cual los más jóvenes desconocen como era la fragua, sus herramientas, como trabajaban así como las tertulias que se formaban en la popular "fragua"...
Un saludo a Ñirre, comunicándole que no podré ir a las fiestas, ya que tengo que pasar por el quirófano para arreglarme el brazo averiado. Que lo paséis bien.
Sixto
A la memoria del Sr Regino..
El herrero, se dedicaba a trabajar el hierro que recibía sin labrar, lo hacía en su peculiar taller denominado “fragua”, en él efectuaba toda clase de trabajos, aros que servían de llantas para las ruedas de los carros; aperos de labranza como las rejas para los arados, que luego calzaba cuando se gastaban; fabricaba arados de los llamados romanos, los calzaba cuando se gastaba el dental donde encajaba la reja; hacía herramienta y utensilios propios de los trabajos agrícolas, tales como hachas, guadañas, cuchillos, también puertas, rejas y ventanas, además de un sinfín de utensilios utilizados en el trabajo y la vida cotidiana, sobre todo en las pequeñas poblaciones.
Era un oficio que también asumía las funciones propias de cerrajero, viéndose comprometido a hacer cerraduras, llaves, bisagras y pequeños herrajes, amén de otros muchos para los que era requerido. En definitiva, era el artesano o artista del pueblo, cuyo taller, “la fragua”, solía ser además, punto de reunión de los vecinos, pues además eran generalmente, personas amables y sobre todo, muy trabajadoras.
Para hacer su trabajo se tenía que rodear de elementos y herramientas adecuadas típicas del oficio, hoy generalmente anticuadas, pero indispensable para realizar bien el trabajo, las cuales por su singularidad, belleza e historia, deberían haber sido conservadas instaurando en estos inmuebles, una especie de museo pues en la mayoria de los pueblos han desaparecido o están arruinado. Una pena..
Con la evolución de la tecnología, este oficio está en desuso, al suplir sus funciones los cerrajeros, mecánicos, carpinteros, etc., por lo cual los más jóvenes desconocen como era la fragua, sus herramientas, como trabajaban así como las tertulias que se formaban en la popular "fragua"...
Un saludo a Ñirre, comunicándole que no podré ir a las fiestas, ya que tengo que pasar por el quirófano para arreglarme el brazo averiado. Que lo paséis bien.
Sixto