ESTA MAÑANA, Antonio, escribí la continuación de mi relato, y con gran sorpresa, veo que no ha pasado. Lo intentaré mañana, pues no es fácil que se me borren aquellos recuerdos, que me acompañan de, aquellas mis primeras Navidades en Paris y Sus trece grados bajo cero: esto se anuncia, para Guadalajara, para esta noche; lo acabo de escuchar en la primera.
Esas fechas las tengo grabadas en mi memoria de tal manera, que en estas fechas, me permitiría un abrazo muy fuerte, a todos aquellos hombres silenciosos; castigados de manera cruel; que pasa para muchos desapercibida.
Amigo Antonio: aquellas maletas de cartón de los años 60, son un triste villancico: muchos belenes perdidos. Nadie que no haya salido de su patria o su patria chica, sabe lo que se siente, lejos, de la familia. El régimen aquel, se empañaba en ensalzar tal sacrificio: algunos nos preguntábamos, si esto no era a causa de las divisas que cruzaban la frontera. Algunos nos preguntábamos muchas coas a la vez que aprendíamos.
Tampoco olvidaré que tuve amigos, de muchos lugares de aquella España de los que les tocó, la lotería del pobre. Sobre todo aquellas tres familias de tu tierra, (no recuerdo de que pueblo) que habían sufrido mucho, como sufrieron otros. No se si te había dicho, que tenía un cuñado, de tu tierra; tampoco recuerdo el pueblo. Tampoco te habré dicho que ha fallecido, hace solo unos meses. Y ya ves, lo que son las cosas; hoy descansan sus cenizas en Alcalá de Henares, una parte, y otras, en un lugar llamado el Vallecillo, en los olivos que el cuidaba, desde que perteneció a la familia. Así lo quiso el, porque muchos fines de semana, se acercaba con su furgoneta... espero recordar preguntar a mi hermana, de el pueblo que era.
LIBERTAD.
Esas fechas las tengo grabadas en mi memoria de tal manera, que en estas fechas, me permitiría un abrazo muy fuerte, a todos aquellos hombres silenciosos; castigados de manera cruel; que pasa para muchos desapercibida.
Amigo Antonio: aquellas maletas de cartón de los años 60, son un triste villancico: muchos belenes perdidos. Nadie que no haya salido de su patria o su patria chica, sabe lo que se siente, lejos, de la familia. El régimen aquel, se empañaba en ensalzar tal sacrificio: algunos nos preguntábamos, si esto no era a causa de las divisas que cruzaban la frontera. Algunos nos preguntábamos muchas coas a la vez que aprendíamos.
Tampoco olvidaré que tuve amigos, de muchos lugares de aquella España de los que les tocó, la lotería del pobre. Sobre todo aquellas tres familias de tu tierra, (no recuerdo de que pueblo) que habían sufrido mucho, como sufrieron otros. No se si te había dicho, que tenía un cuñado, de tu tierra; tampoco recuerdo el pueblo. Tampoco te habré dicho que ha fallecido, hace solo unos meses. Y ya ves, lo que son las cosas; hoy descansan sus cenizas en Alcalá de Henares, una parte, y otras, en un lugar llamado el Vallecillo, en los olivos que el cuidaba, desde que perteneció a la familia. Así lo quiso el, porque muchos fines de semana, se acercaba con su furgoneta... espero recordar preguntar a mi hermana, de el pueblo que era.
LIBERTAD.