Esperanza, Mónica: a vosotras este sillón os trae recuerdos agradables y quizá nostalgia, pero para mi en aquellos tiempos era el
potro de la tortura, no por la persona que me cortaba el pelo que era alegre y agradable, sino por el propio hecho, ya que mi padre le decía al vuestro. Juan aquí te traigo a este, hazle un buen corte de pelo que le dure, claro las economías de entonces no eran muy boyantes y convenía ahorrar todo lo posible, hoy al ver el sillón en nuestro
foro, lo veo de otra forma,
... (ver texto completo)