Buenos días, guapa, supongo que habrás leido el
correo que te envié hace unos días, explicándote uno de los motivos porqué me era difícil quedar contigo para vernos aquí en
Barcelona, supongo que lo entenderás y que tu
amistad sigue en pié para vernos en el
pueblo o cuando vengas otra vez por estas tierras catalanas. Me alegro mucho que os lo pasaráis tan bien, pues llevabas una muy buena cicerone. Un abrazo muy cariñoso de Magdalena.