Teresa jamas me avía fijado en el detallé del campanario y eso que vivía justo al lado de la iglesia, estaban ricas las castañas encontraste el olivo perdido, que gozada andar por esos campos con lo que a mi me gusta un saludo
Nada hija, tengo que ir otro dia, porque aquel día se me hizo tarde y no logré encontrarlo.
Las castañas, aunque eran muy pequeñas, estaban deliciosas, a mí me encantan, sobre todo asadas.
Un besito
Las castañas, aunque eran muy pequeñas, estaban deliciosas, a mí me encantan, sobre todo asadas.
Un besito