Precioso hermana, acabo de llegar de cenar de Las Glorias, con Pepa y Agusti, y luego hemos estado tomando café con Magda y su marido, un ratito muy agradable, hablando de los nietos de ellos, y de la de Pepa. A mi comprenderas me daba envidia pues todavia no tengo ese grado, un beso.