Mari Tere, una vista preciosa de nuestra sierra, aunque estos ultimos días, parecia qué estaba ardiendo, por la cantidad de hogueras y en consecuente las humaredas al estar quemando las hojarascas de los olivos, por eso olía a quemado por el pueblo. Mari-Tere me alegró mucho veros, a tu hermano y a tí. Un abrazo.