ASI es, Domi. En casa de mi abuela había de esas sartenes que además, eran muy bonitas con su tapadera dorada y el mango largo. Lo de las ventosas no recuerdo pero sí recuerdo a Don Julio cuando me ponía las inyecciones de penicilina. Era un verdadero trauma. Antes de ponerme la inyección probaba todas las sillas de la salita: " aquí no, en esta silla, aquí no en la otra. No te puedes imaginar, entre mi madre, mi tio Juan y mi tia Monica aquello era de película.
Piruja,
Gracias a Dios, yo tuve a mi abuela Florencia y a mi tia Andrea que pinchaban como los angeles! Don Julio (que no me acordaba como se llamaba) solo venia a visitarme. Cuando nos fuimos a Suiza, le dijo Don Julio a mi madre, que el cambio de aire me sentararia bien. Y la verdad que no se equivoco!
Un saludo.
Gracias a Dios, yo tuve a mi abuela Florencia y a mi tia Andrea que pinchaban como los angeles! Don Julio (que no me acordaba como se llamaba) solo venia a visitarme. Cuando nos fuimos a Suiza, le dijo Don Julio a mi madre, que el cambio de aire me sentararia bien. Y la verdad que no se equivoco!
Un saludo.