No entiendo muy bien la polémica de los nombres. Cada cual se llame como quiera, sea como quiera. Viva y deje vivir. No creo que un capullo llamado perifollo sea menos capullo por renombradas Luis Martinez. Tampoco creo que alguien gane en virtud por su nombre y si por sus palabras. En este pueblo, como en todos existen filias y fobias, odios y amores. Honestamente creo que cada uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Aunque decir también que es dueño de sus palabras y esclavo de sus silencios no me parece un disparate. Que cada palo aguante su vela.