Aristóteles dividía a los humanos en un sexo fuerte y un sexo débil o inferior en los planos fisiológico, intelectual, sexual y ético. Para este gran pensador y fundador de la filosofía clásica, la mujer era inadecuada e incompleta. Aristóteles llegó a escribir que “las hembras son por naturaleza más débiles y más frías, y hay que considerar su naturaleza como defecto natural…La mujer, en tanto que hembra, es un elemento pasivo, y el macho un elemento activo”. Con sus textos comenzó la justificación de la marginación femenina. Sus ideas han permanecido no cuestionadas durante siglos.
El papel natural de la mujer, según Rousseau, era servir a los hombres, aunque estos sean unos tiranos: las mujeres son y deben ser “formadas para obedecer a una criatura tan imperfecta como el hombre, una criatura a menudo depravada y siempre imperfecta; debe aprender a someterse a la injusticia y a sufrir sin queja sus males que le son infligidos por su marido”.
Tere, menos mal, qué hoy día, ya las cosas han cambiado, en lo qué se refiere a las mujeres. Aunque todavia, quede algún fleco suelto. te mando un saludo desde BCN.
Hola Panchi, no sabía que estabas ya en Barcelona, nos hemos quedado un poquito más solos, últimamente te he visto en misa, aunque creo que tu no me habrás visto porque yo me siento más atrás.
Estoy haciendo un curso y estamos tratando esos contenidos, que siempre me han interesado y me apetecía compartirlos. Un beso para ti.
Estoy haciendo un curso y estamos tratando esos contenidos, que siempre me han interesado y me apetecía compartirlos. Un beso para ti.
Hola Tere, pues sí, ya estoy en BCN, nos vinimos el 21. A esperar el nacimiento de nuestra nietecita, estoy muy ilusionada, haciendole la canastilla. Es verdad qué en misa, como te pones más atrás, no te veo, pues ahora te tendrás qué poner, más adelante para estar calentita con las estufas, qué han regalado las tableras, 2011. Te mando un saludo cordial, y qué pases un buen invierno.