Cuando el mundo extremeño era mundo sin contaminación, de gente sencilla y pobre utilizaba este artilugio realizado por el herrero de pueblo, llamado el "anafre"; este aparato de uso casero fue inventado por una mujer de un herrero llamada "Ana" y de apellido "Fre" cuyo significado es caliente. El desaparecido aparato fue muy útil y usado en su época, su guiso se hacia con carbón vegetal que se incendiaba y el calor que proporcionaba la maquina casera "anafre" se hacia servir para hacer el cocido extremeño, hacer el café o té de la tarde, estas pequeñas cosas que la mujer del herrero sabía hacer con el arte de esta máquina que era menos aparatosa y mas económica que el consumo de leña que hacia la chimenea o el fuego que se hacia bajo ella, el primer trabajo del herrero marido de "Ana" era hacer el fuego por la mañana y preparar una buena sartén de "migas" con unos torreznos frito con ajos y chorizo, para proporcionar un buen alimentos a los hijos de la mujer "Ana" y si algo sobraba, alimento para "Ana y el herrero su marido me viene a cuento aquello de: "cinco lobitos tenia la loba, cinco tenia, cinco criaba detrás de una escoba"; siempre fueron estos los deseos de toda mujer, parir y la crianza de sus hijos, es evidente para que la vida sigua; si nos privamos de esta virtud que tiene la mujer, el mundo se acabaría pronto.
A medio día todos se reúnen a dar termino con ese cocido preparado por "Ana" en su "anafre", con su tocino, morcilla patatera, morcilla de lustre (sangre), un poco de carne del animal que aportó la sangre, algún hueso que proporcionó el cerdo en su matanza; limpiado el plato de comida, llega la hora del café para el extremeño y té para el moro; el café suele ser de factura "cubano" y el té moruno o de "roca"; tomado el el café o té el cuerpo queda preparado para hacer una buena siesta de dos a tres horas con cada "ojo".
A medio día todos se reúnen a dar termino con ese cocido preparado por "Ana" en su "anafre", con su tocino, morcilla patatera, morcilla de lustre (sangre), un poco de carne del animal que aportó la sangre, algún hueso que proporcionó el cerdo en su matanza; limpiado el plato de comida, llega la hora del café para el extremeño y té para el moro; el café suele ser de factura "cubano" y el té moruno o de "roca"; tomado el el café o té el cuerpo queda preparado para hacer una buena siesta de dos a tres horas con cada "ojo".