El otro día me acerqué a la
Ermita de los Santitos que no conocía, pues ví unas
fotos por internet, y verdaderamente quedé sorprendido por el lugar y el entorno.
Es un lugar bien cuidado, amplio, lleno de comodidades y
arboles que cualquier municipio quisiera tener como suyo.
Pero claro está, la golfería y la irracionalidad reina en todos los lugares y este no iba a ser menos.
El
cartel explicatico del lugar con los datos relativos al entorno, había sido arrancado y yacia tirado entre las jaras
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