En un extremo del casco urbano se levanta la
Iglesia Parroquial de
San Esteban, un
edificio de irregular
aspecto exterior como consecuencia de la paralización de las obras iniciadas en el siglo XVI y los añadidos
de los siglos XVIII y XIX.
Sobresale el cuerpo de la
capilla mayor, de planta ochavada y gran altura, que se cubre en su interior por
medio de una vistosa
bóveda de crucería estrellada, mientras que la nave, de fechas posteriores, lo hace con
bóvedas de cañon con lunetos.