Trujillo significó mucho para Castilla y para Isabel en el siglo XV. A través de personajes como Juan Pacheco, marqués de Villena y señor de la villa, Trujillo y su concejo tuvieron siempre una importancia estratégica para la corona. Desde que Enrique IV le concedió a Isabel un juro o renta en Trujillo a cambio de un préstamo de capital de más de 39.000 maravedíes, ésta inicia una relación especial con Trujillo y con Luis de Chaves, que fue aliado fiel de la corona y particularmente de Isabel durante toda su vida. Pero si hay un momento y un lugar para Isabel en el que se jugara su futuro papel de Reina puede decirse que es Trujillo y la Guerra de Sucesión por el trono contra la Beltraneja.
Isabel es la monarca que más tiempo ha pasado en la ciudad de Trujillo y de ello dan cuenta las crónicas, los nobles y el patrimonio de la villa. Durante la guerra (1476-1479), Trujillo vivía en sus calles la dualidad de la contienda con el Marqués de Villena en un bando a favor de la Beltraneja, y Luis de Chaves y el pueblo en otro a favor de Isabel. Una vez firmada la paz, la protección de los Reyes Católicos permitió que Trujillo viviera una época de esplendor.
El legado de este periodo persiste y hoy día es posible pasear entre palacios y fortalezas pisadas por los pies de Isabel y Fernando. Haciendo un recorrido por sus calles y plazas e incluso su término, podemos destacar los lugares más evocadores que nos hablan de los tiempos gloriosos de la ciudad, coincidiendo con el reinado de los reyes y sus descendientes más inmediatos y, por supuesto, la etapa del descubrimiento de América.
Isabel es la monarca que más tiempo ha pasado en la ciudad de Trujillo y de ello dan cuenta las crónicas, los nobles y el patrimonio de la villa. Durante la guerra (1476-1479), Trujillo vivía en sus calles la dualidad de la contienda con el Marqués de Villena en un bando a favor de la Beltraneja, y Luis de Chaves y el pueblo en otro a favor de Isabel. Una vez firmada la paz, la protección de los Reyes Católicos permitió que Trujillo viviera una época de esplendor.
El legado de este periodo persiste y hoy día es posible pasear entre palacios y fortalezas pisadas por los pies de Isabel y Fernando. Haciendo un recorrido por sus calles y plazas e incluso su término, podemos destacar los lugares más evocadores que nos hablan de los tiempos gloriosos de la ciudad, coincidiendo con el reinado de los reyes y sus descendientes más inmediatos y, por supuesto, la etapa del descubrimiento de América.