Del gran baúl de los recuerdos trujillanos sacamos el refrán extremeño, que recorre por sus pueblos limítrofes y los que un día formaron la extensa provincia de Trujillo de dieciséis leguas de largo (88 kilómetros) por diez leguas de ancho (55 kilómetros) entre la cuenca de los ríos Almonte y Guadiana llegando al límite con la Extremadura portuguesa. El mencionado refrán hoy dice así:
"La experiencia es la madre de la ciencia"
El antiguo ADN de este refrán se conocía como que la experiencia recogía aquel saber del hombre mayor que había nacido del tiempo de su existencia en la vida. Cuantas veces oías a una persona mayor decir "viene marea" porque me duele la pierna y hoy las ciencias pudieron comprobar que efectivamente la presión atmosférica influye en el estado del comportamiento del cuerpo humano. Conociéndose el refrán como:
"La experiencia es la medra de la ciencia"
Expresión que respeta la combinación matemática casual de la ecuación.
"La experiencia es la madre de la ciencia"
El antiguo ADN de este refrán se conocía como que la experiencia recogía aquel saber del hombre mayor que había nacido del tiempo de su existencia en la vida. Cuantas veces oías a una persona mayor decir "viene marea" porque me duele la pierna y hoy las ciencias pudieron comprobar que efectivamente la presión atmosférica influye en el estado del comportamiento del cuerpo humano. Conociéndose el refrán como:
"La experiencia es la medra de la ciencia"
Expresión que respeta la combinación matemática casual de la ecuación.