El vivir marcha atrás, mirando hacia atrás, centrados en el pasado, es muestra de ser poco inteligentes. Esa es la muestra que da lugar a la culpa, a la fustración, al resentimiento y en general a todos los problemas que las personas tenemos en nuestro día a día. No considero que sea lo más saludable en estos tiempos de crispación y agresividad generalizada que nos ha tocado vivir.
Increible que, después de los años que llevamos de rodaje democrático, todavía quede gente tan ultramontana y tan intransigente.
Increible que, después de los años que llevamos de rodaje democrático, todavía quede gente tan ultramontana y tan intransigente.