La más notable de las obras artísticas guardadas en la
parroquia de
Valverde del Fresno es el magnífico
retablo mayor, que ya fuera descrito, de manera insuficiente, por Mélida y cuya estructura se adapta a los tres lados frontales del esbelto
ábside gótico-renacentista. Su clasicista
arquitectura, soporte de las pinturas,
esculturas de bulto y relieves que lo enjoyan, asienta sobre un podio berroquerio y se organiza en banco, tres cuerpos de cinco
calles —más ancha la central— en las que alternan los
frontones rectos y curvos y un elaborado ático tripartito de estirpe palladiano-serliana. El conjunto de la obra, que necesita una urgente restauración, se contrataría en el ario 1613, ante un escribano Valverderio de apellido Chancas, con el
escultor salmantino Diego de Salcedo, el cual, a su vez, otorgó en
Salamanca el 4 de junio del mismo ario 1613 un contrato de compañía con el ensamblador, también salmantino, Antonio González Ramiro, quien se encargaría de las labores propias