Si recordamos la vida
sin pensar cual-es la muerte,
debemos de comprenderlo
y admitirla cuando llegue.
No tener miedo a nada
no derrumbarnos al suelo,
pensemos en las manadas
igual que nuestros abuelos.
Me recuerdan esos años
esos años de-la escuela,
con catarrosas y tintos
pasábamos bien la huelga.
Esos años de la infancia
esos años tan bonitos,
jugando a las catarrosas
y otras veces a los tintos.
La calleja de las peñas
era una cosa curiosa,
gente que no la conoce
porque no vieron las rosas.
Entonces no había servicios
ni tampoco agua corriente,
la gente bien madrugaba
para la cola en las fuentes.
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Alonso Gonzalo Alonso Sánchez
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