Mi pueblo es un pueblo como lo son todos los pueblos;
Una iglesia y su torre, un portal enorme,
La botica, el cura, y algunas casas de dos pisos,
Una escuela de niñas y niños,
Las lagunas, unas tiendas, unos bares
Una plaza vetusta con un kiosco
Una fuente redonda, en medio de la plaza
En que asoma agua zarca con el sol en la cara.
Solamente que el pueblo donde jugué,
Donde gocé la infancia de todos mis sentidos,
Algo tiene distinto: es un nido de hogares
De colores hermanos, que parecen cigüeñas
Que vuelan sin moverse del sitio que nacieron:
Están como extasiadas contemplando la tierra
Que llora con espinas de zarzamora,
Están como pisando alfombra verdosa.
Mi pueblo es diferente porque no tiene nada,
Solamente unos olivos, que firmes a la entrada
Semejan centinelas de jade abrillantado,
Y después; sus geranios, pilastras y yedras,
Que en las tapias se asoman cono niñas nerviosas;
Y un puente cabizbajo, de piedra y ladrillo,
Que tiene muchos años enamorando al río…
Mi pueblo es diferente porque no tiene nada:
En él pasan los días sin prisa y sin horario,
Y sólo las campanas, de tiempo en tiempo exhalan,
El aroma vibrante de su santa palabra
Que estremece los aires y conmueve las almas…
En ese Pueblo triste donde no pasa nada
Se abrieron mis sentidos como flores de asombro,
Se bañaron mis ojos en colores de selva;
Ahí soñé un romance, soñado y no alcanzado,
Sufrí la angustia interna del por qué de las cosas,
Y en las noches de luna, sonámbula vagaba
Haciéndome preguntas que no me contestaba…
Ahí dejé mi infancia buscando mariposas,
Mordiendo moras e higos verdes,
Y abriendo corolas de mis propios instintos.
Mi Pueblo es diferente porque es el pueblo mío
Porque estoy en su atrio, sin crecer todavía;
Porque ahí no envejecen las horas de mis dias;
Porque mi tacto supo de no tocar lo amado
Para dejarlo, puro, sobre la hierba flotando;
Ahora, entre el bullicio de millones de seres,
Viviendo una existencia distinta a la mía:
Me acuerdo del pueblo, un pueblo como todos,
Pero distinto y blanco como la nube aquella
Que lleva el mismo rumbo que llevan mis anhelos.
Victoria.
Una iglesia y su torre, un portal enorme,
La botica, el cura, y algunas casas de dos pisos,
Una escuela de niñas y niños,
Las lagunas, unas tiendas, unos bares
Una plaza vetusta con un kiosco
Una fuente redonda, en medio de la plaza
En que asoma agua zarca con el sol en la cara.
Solamente que el pueblo donde jugué,
Donde gocé la infancia de todos mis sentidos,
Algo tiene distinto: es un nido de hogares
De colores hermanos, que parecen cigüeñas
Que vuelan sin moverse del sitio que nacieron:
Están como extasiadas contemplando la tierra
Que llora con espinas de zarzamora,
Están como pisando alfombra verdosa.
Mi pueblo es diferente porque no tiene nada,
Solamente unos olivos, que firmes a la entrada
Semejan centinelas de jade abrillantado,
Y después; sus geranios, pilastras y yedras,
Que en las tapias se asoman cono niñas nerviosas;
Y un puente cabizbajo, de piedra y ladrillo,
Que tiene muchos años enamorando al río…
Mi pueblo es diferente porque no tiene nada:
En él pasan los días sin prisa y sin horario,
Y sólo las campanas, de tiempo en tiempo exhalan,
El aroma vibrante de su santa palabra
Que estremece los aires y conmueve las almas…
En ese Pueblo triste donde no pasa nada
Se abrieron mis sentidos como flores de asombro,
Se bañaron mis ojos en colores de selva;
Ahí soñé un romance, soñado y no alcanzado,
Sufrí la angustia interna del por qué de las cosas,
Y en las noches de luna, sonámbula vagaba
Haciéndome preguntas que no me contestaba…
Ahí dejé mi infancia buscando mariposas,
Mordiendo moras e higos verdes,
Y abriendo corolas de mis propios instintos.
Mi Pueblo es diferente porque es el pueblo mío
Porque estoy en su atrio, sin crecer todavía;
Porque ahí no envejecen las horas de mis dias;
Porque mi tacto supo de no tocar lo amado
Para dejarlo, puro, sobre la hierba flotando;
Ahora, entre el bullicio de millones de seres,
Viviendo una existencia distinta a la mía:
Me acuerdo del pueblo, un pueblo como todos,
Pero distinto y blanco como la nube aquella
Que lleva el mismo rumbo que llevan mis anhelos.
Victoria.