Recuerdo que de pequeño, mi madre me mandaba a por sal, pimentón o sacarina...al
comercio de una de las abuelas de Chemari (¿la tía Vicenta?), que estaba en el Cantón, justamente en el local que hoy ocupa el Bettones-
Bar.No.Yogures no, que la cosa en
España estaba cortita.Por cierto, ¿dónde estará aquella especie de guillotina para partir el bacalao? Es una imajen, en sepia por supuesto, que recorre la memoria de los años llamados, con razón, del "hambre".Lorenzo el del tío Aquilino.