Unas fiestas de Santiago sin toros y capeas en Villamiel no son fiestas.Hace mucho tiempo no hacía falta contratar vaquillas, los mozos de pueblo iban a buscarlas al campo.¿Alguien recuerda cuántas ganaderías había en Villamiel? Al toro, que casi siempre lo tenía que matar la guardia civil, le echaban "uña" los mozos y lo encerraban en una bodega cercana a la plaza, pues no había chiqueros en condiciones.Hoy si no te gustan los toros, puedes darte un chapuzón en la piscina, jugar un partido de futbito...y si tampoco te gusta el fútbol, puedes pasear y respirar el aire de Villamiel ya que al paso que vamos de contaminación no es de extrañar que pronto veamos el anuncio:"Aire de la Sierra.Embotellado en Villamiel".Un saludo a Eusebio el Cano que le faltó poco para "tomar la alternativa" en El Barrero.Lorenzo.