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VILLAMIEL: Los que no estamos en Villamiel agradecemos las noticias...

Los que no estamos en Villamiel agradecemos las noticias del pueblo, las festivas y agradables, como las triste y luctuosas.Es la vida.Por desgracia estas últimas nos afectan más por inesperadas.Tal es el caso de la desaparición de nuestro convecino Chencho, del que se podrán decir muchas cosas, cercanas unas a la verdad buscada y sentida o ancladas en la mentirosa y despreciable envidia.Como persona habrá podido suscitar admiración o desprecio, respeto o desatención, consideración o adversión, envidia o fervor, fascinación o desdén, alabanza o crítica, como todos.Pero nadie podrá discutirle su afecto y cariño a su familia y su devoción por su pueblo, Villamiel.Yo siempre lo he visto como persona emprendedora y dinámica, amante perenne de su tierra.Tocado con la señal del artista intuitivo.Su mujer, sus hijos, nietos y toda su familia en general deben sentirse orgullosos de él y nosotros, agradecidos por su fidelidad a esta tierra serragatina.Por lo demás, no debemos olvidar que es ley de vida la muerte.No hay distinciones y nadie se le resiste.Nos lo recuerda magistralmente Jorge Manrique cuando dice:
"así que no hay cosa fuerte;
Que a papas y emperadores
Y prelados
Así los trata la muerte
Como a los pobres pastores
De ganados."
Yo desde mi postura de creyente hago mías las palabras de San Pablo en su Carta a los Romanos:
"Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva." Vida Nueva que deseo ardientemente para nuestro paisano, hoy más que nunca, CHENCHO.Un abrado sentido para su mujer, sus hijos y toda su familia. Lorenzo.