Esta foto ya es antigua, pero qué ilustrativa. Los chopos han crecido y nosotros también. Si los catalanes no quieren toros, allá ellos. En Villamiel no pueden ni deben faltar. La plaza de toros es ya un distintivo villamelano, como pueden ser la fuente de la Sorda, la Cruz del Teso o el reloj antiguo de la torre de la iglesia. Defendamos lo nuestro y compartámoslo con los demás.