Villanueva de la Sierra es uno de los municipios de
Extremadura con mayor número de
olivos. Se trata de un verdadero monocultivo.
La variedad de
aceituna que aquí se utiliza es la llamada manzanilla cacereña, cuya aplicación puede ser tanto para producir aceite como para ser consumida en la mesa. Probablemente es la variedad que mejor se presta al doble aprovechamiento.
Antes la aceituna del
pueblo iba casi toda para aceite pero ahora es al contrario: casi toda se destina a mesa, sobre todo porque así resulta más rentable al alcanzar mejores precios.
Ese cambio de destino implica cambios en los modos de recolección. Antes se vareaban los olivos y se recolectaba el
fruto en el suelo; ahora hay que ordeñarlo directamente del
árbol para que no sufra deterioro y mantenga la buena presencia requerida en la mesa.
A su vez, el tipo de recolección provoca un tipo determinado de poda en el árbol, y ésta, nuevos tipos de portes arbóreos. Antes había olivos grandes y altos (oliveras) porque con la vara se podía llegar arriba; ahora son bajos y con las ramas "mirando" hacia el suelo para mejor recoger las
aceitunas con las manos (y el cubo colgando del cuello).