Ésta, la de Abajo, es la más antigua de las dos
Fuentes de los Burros y puede considerarse la original. Su venero procede de las alturas de la
Sierra de Dios Padre.
El
caño vierte a una serie de siete
pilas, todas construidas en cantería (o granito). La primera
pila se sitúa en sentido transversal y las restantes, en sentido longitudinal, comunicadas unas con otras en ligero desnivel.
La última pila vierte a un charco donde se acumula el
agua, aunque ahora está lleno de maleza.
Pilas y charco han constituido durante años y años un magnífico
abrevadero para el
ganado que transcurría por la vereda pública.
El aforo fue de siempre abundante pero ahora es muy escaso. Hay quien piensa que la plantación de eucaliptos en la sierra, desde la década de los sesenta, modificó el comportamiento de los acuíferos y los veneros variaron sus direcciones o simplemente desaparecieron ante la alta absorción hídrica de los
árboles plantados, que acabaron rompiendo el equilibrio natural de las
aguas subterráneas.
Antes había una servidumbre: los pequeños
huertos próximos disfrutaban de derecho de riego con el agua del charco desde la
puesta de sol hasta la salida. A cambio, los huertanos solían tener el charco desbrozado y limpio.
Hoy día el uso del agua más bien se destina a limpieza de
coches y, a cambio, los conductores suelen dejar el suelo de todo el descansadero sucio de grasa y aceites. Son las servidumbres del progreso.