Contaba muy pocos años,
tal vez unos diez serian,
que cuando el tiempo era bueno,
y el camino mejoraba
montando en un burro blanco
a mi abuela acompañaba.
Una hora más o menos
era lo que se tardaba,
para ir a Villanueva
en el burro en que montaba.
Mi abuela como mayor
y como bién me queria,
a veces marchaba andando
y otras veces se subia.
Si contento siempre estaba
al llegar a Villanueva,
mucho me desesperaba
el camino que tuviera.
Cuando cerquita de casa
parecia nos encontramos,
un motor daba explosiones
de las que todos oiamos,
y el motor nos anunciaba
estar cerca de Paramio.
La casita que mi abuela
recibió como de herencia,
era de lo más humilde
como otras tantas lo fueran.
Mas estando acostumbrado
de hasta dormir en el suelo,
la estancia en aquella casa
no me produjo desvelo.
A la derecha tenia
al carpintero tio Felix,
que viéndolo trabajar
sin duda me entretenia.
Un poquito más arriba
fué la casa Dn Felipe,
un Maestro con bigotes
y siempre bien afeitado,
que me diera algunas clases
porque no fui aprobado.
De frente al Sr Paramio
que por Canana llamaban,
sin que jamás yo supiera
el porqué asi lo llamaban.
Si recuerdo aquella fuente
de las que entonces habia,
donde iban las mujeres
a buscar el agua del dia.
También recuerdo los patos
andando en los barrizales,
que mucha gracia me hacian
al contemplar sus andares.
Estos son vivos vrecuerdos
de aquellas estancias mias,
en el Pueblo de mi abuela
Pueblo al que mucho queria.
jacintoP. SALUDOS
Bienvenido al Sr Caceres.
tal vez unos diez serian,
que cuando el tiempo era bueno,
y el camino mejoraba
montando en un burro blanco
a mi abuela acompañaba.
Una hora más o menos
era lo que se tardaba,
para ir a Villanueva
en el burro en que montaba.
Mi abuela como mayor
y como bién me queria,
a veces marchaba andando
y otras veces se subia.
Si contento siempre estaba
al llegar a Villanueva,
mucho me desesperaba
el camino que tuviera.
Cuando cerquita de casa
parecia nos encontramos,
un motor daba explosiones
de las que todos oiamos,
y el motor nos anunciaba
estar cerca de Paramio.
La casita que mi abuela
recibió como de herencia,
era de lo más humilde
como otras tantas lo fueran.
Mas estando acostumbrado
de hasta dormir en el suelo,
la estancia en aquella casa
no me produjo desvelo.
A la derecha tenia
al carpintero tio Felix,
que viéndolo trabajar
sin duda me entretenia.
Un poquito más arriba
fué la casa Dn Felipe,
un Maestro con bigotes
y siempre bien afeitado,
que me diera algunas clases
porque no fui aprobado.
De frente al Sr Paramio
que por Canana llamaban,
sin que jamás yo supiera
el porqué asi lo llamaban.
Si recuerdo aquella fuente
de las que entonces habia,
donde iban las mujeres
a buscar el agua del dia.
También recuerdo los patos
andando en los barrizales,
que mucha gracia me hacian
al contemplar sus andares.
Estos son vivos vrecuerdos
de aquellas estancias mias,
en el Pueblo de mi abuela
Pueblo al que mucho queria.
jacintoP. SALUDOS
Bienvenido al Sr Caceres.