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VILLANUEVA DE LA SIERRA: Estas visitas al molino, nos servian además como la...

Eran los años cicuenta
años de necesidades
existía el racionamiento
no había oportunidades.

Era una noche de otoño
yo creo que era en Octubre
en casa estábamos todos
muy cerquita de la lumbre.

De pronto se oyen voces
y también se oyen llantos
los hombres salen corriendo
muchos eran, no se cuantos.

A la puerta de una casa
se formó un gran tumulto
la guardia civil estaba
les lanzaban gritos e insultos.

Estaba la fiscalía
que por orden del gobierno
requisaben cuanto había
sin importarles un cuerno.

Cuando llegaba esta gente
era una cosa seria
a las familia dejaba
en la absoluta miseria.

Si alguien se propasaba
los guardias a culatazos
se encargaban que se fueran
malheridos, cabizbajos.

Es una historia real
así vivida y contada
de un niño que la vivió
y no la tiene olvidada.

Vicente.

Amigo Vicente: después de leer su poesia que sin lisonja alguna le diré me ha gustado, le diré sin embargo que en esa fecha ya no recuerdo racionamiento alguno, por lo que espero me aclare si soy yó o Vd el equivocado.

jacintoP. SALUDOS

Amigo JacintoP: Contesto muy gustoso a tu pregunta. A principios de los cincuenta, la única panadería que existía en Villanueva estaba ubicada en el legío muy cerca de la laguna y regentada por Felipe charranguina pero quién despachaba era su mujer cuyo nombre no recuerdo puesto que no era del pueblo. Mi madre me enviaba a por el pan y me daba una cartilla donde por cada pan se pegaba un sello, es una cosa que recuerdo muy bien. Tenía entonces 5 o 6 años.

Un saludo. Vicente.

Mi suegra Juana cómo vecina de siempre del Lejio, me dice que este comentario
de Vicente se ajusta a la realidad. La panaderia estaba en ése lugar y la
señora esposa de D. Felipe - que ella tampoco se acuerda de su nombre- es
cierto no era natural de Villanueva. Cree Juana que era de Gata.
Saludos. Manolo.

Con referencia a lo que dice Vicente sobre las cartillas y el pan, yo tambien recuerdo ir a por él en la unica panaderia que habia en el pueblo, y que la trabajaban los padres del Maestro Dn Ambrosio que estuvo bastante tiempo en Villanueva y además fué Alcalde.
Con respecto a Felipe Charranguina, he de decir tuvr una amistad de tantas otras
en la vida, y que la mujer como dice la suegra de Manolo, era efectivamente de Gata. La última vez que estuve con él fué en un bar que puso en Plasencia, y que por cierto creo era ella quién nsoportaba la carga del mismo; pues él con beber más y más tenia bastante. Qué diferencia de tio Florencio y tia Teodora que eran unos verdaderos sacrificados, unas hormigas de tantas para darle a sus hijos lo máximo posible. No siempre la semilla cae en buén terreno y tanto sacrificio no sirve de nada; pero asi es la vida, y quien no lo comprenda, muy poco ha llegado a aprender de la misma.

jacintoP. SALUDOS

Puse otro mensaje anterior sobre el tema que voy a relatar pero se ha
quedado cortado. Por tanto lo repito ahora.

Quería significar que con respecto al tema de D. Felipe Charranguina y su
esposa, me dice mi suegra Juana que efectivamente se marcharon a vivir a
Plasencia. Ella cree que iban a hacerse cargo de una finca de por alli. Por
consiguiente desconoce que tuvieran un bar.
Lo que sí me comenta es que la muerte de ambos fué paradójica porque sólo
se llevarón un dia. Primero murió D. Felipe, y, al dia siguiente, su esposa.
Saludos. Manolo.

LLevo ya muchos años alejado de los pormenores de esas tierras, por lo que desconocia la muerte de Felipe y de su mujer que como me haces saber fué algo llamativo. En mi pueblo he conocido no hace muchos años algo parecido con dos hermanas ya mayores que murieron en el espacio de tan sólo unas horas.

Como ya dije, estuve en el bar que tenia en Plasencia, y si triste fué el final de su vida, no creo fuera mucho mejor el de su economia; era un bebedor sin haber aprendido otra cosa que el andar con los coches que el padre tenia.
Su mujer era como ya dije también de Gata, de una familia acomodada de las que entonces habia en aquellos pueblos que con el tiempo han quedado todas barridas.
De la samilia Charranguina conocia a dos de sus hijas, sin que pueda decir tuve amistad con ninguna de ellas. La mayor se casó con Eduardo el hijo de Dn Angel Corchero que no sé lo que era pero que tenia buenas influencias con alguien de la Escuela de Magisterio de Caceres. A El le debia en parte Rodrigo (peneque), algunos de los aprobados de su carrera de Maestro. Este si sé ha muerto hace poco en Madrid donde vivia, sin conocer para nada sus actividades.
El hijo-Eduardo-al quedar viudo se casó con una soltera mayor de Torrecilla a la que sé tampoco fué demasiado feliz como no podia ser de otra manera. Era hijo único y con algunos recursos para ser un verdadero señorito, no otra cosa., Murió al poco tiempo de casado, y no pudo dilapidar lo de la nueva mujer, porque esta no era ninguna tonta. A mi padre le deshizo un trato que habia hecho con El de un local lindando a mi casa.
Hay personas que tienen su historia para bién o para mal, pero nos han dejado la posibilidad de poderlos juzgar.

jacintoP. SALUDOS

La esposa de D. Felipe Charranguina, según se acuerda mi querida suegra
Juana, se llamaba Modesta.
Saludos. Manolo

Pues amigo Manolo sigo diciéndote que la Sra. Juana tiene una excelente memoria y al nombre de esta Sra. yo no llegaba.

Efectivamente amigo Vicente asi es. Tiene unos 86 años sumamente lúcidos
mentalmente hablando é incluso fisicamente impecables. Sale a su misa diaria,
a la compra, y se mueve por Madrid, sobre todo por el barrio en que vivimos
sola y sin problemas de adaptación ninguno, porque claro hay que considerar
que de estar siempre en Villanueva a integrarse a una gran ciudad cómo esta
a sus años es siempre problemático. Caso que en ella, afortunadamente, no se
produce.
Un abrazo, amigo Vicente.
Manolo

Ya veo la lucidez de la que disfruta la Sra. Juana amigo Manolo, espero que la conserve mucho tiempo.
Durante un tiempo perderemos para el foro a nuestro gran Goyo Serrano. Hoy he hablado con él desde Villanueva a las 5 y justo acababa de llegar de su largo viaje. Estaremos en contacto teléfonico. Ya le he dicho que se tome uno o los pitarras que sean con nuestro común también amigo Zarramplas a nuestra salud.

Un abrazo

Vicente.

Simplemente por contraponer el devenir de Villanueva y comparar tiempos,
me acuerdo que un día Jose Manuel el hijo de Tia Prudencia (q. e. p. d.) me
comentaba - en el velatorio de su propio suegro D. Angel (Peneque) -que
Villanueva tuvo 13 ó 15 almazaras -no me acuerdo bien- y no se cuantos
bares, tiendas, etc.
Yo alucinaba de lo que me decía sobre la vida que entonces tenía
Villanueva.
No sé. A lo mejor Vicente, ó Goyo, nos pueden orientar un poco más
sobre este tema que viene a justificar -de alguna manera-aquello de
que "Villanueva era....".
Saludos. Manolo

Amigo Manolo yo recuerdo cuando tenía 10 años esdecir anteayer que desde la fuente del arroyo hasta el pilar de llano, había 4 molinos o llamadas posteriormente almazaras a saber: 1 de tío pedro el de tía Adela, 2 Sr. Gonzalo Casasola, 3 Los duranes, 4 Sr. Romualdo. 5 En la fuente el palacio los cananas y 6 enfrente de las heras, los charranguinas. El molino cimero del tío Melecio con el nº 7 y en el río junto a la fábrica de Durán el nº 8. Esos eran los que funcionaban entonces aunque años antes funcionaban más que estaban en ruinas. No se si me habré olvidado de alguno. Lo de los bares casi había tantos como casas en el pueblo de la iglesia hasta ala plaza, La taurina, Tío Pona y tío Aquilinom enfrente de donde vive nuestro gran amigo Goyo Serrano. En la plaza Tío Eleuterio, Tío Bautista y los domingos el cine y el baile de tío Emiliano. El bar Puertas enfrente de donde hoy vive Salustiano, el bar las tablas y enfrente el bar Gallego. En la fuente el palacio el tío Félix cagala. Con los años se abrieron más que todavía perduran pero hace 55 años ésos eran los que había salvo error u omisión que alguien lo pueda corregir.

Saludos

Vicente.

Por lo que he podido observar, en Villanueva han proliferado en demasia los molinos de aceite. Esas fabricas con un plantilla de trabajadores reducida y hasta mal pagados que vieron correr por sus manos tatos y tantos litros de aceite que eran despues vendidos a buen precio en aquellos tiempos. Fueron como pudiéramos decir las sucursales bancarias de donde se podia sacar algún dinero tan dificil de obtener por entonces.
Del mismo modo, he podido saber el padre de Vicente fué también uno de esos hombres que año tras año eran escogidos por su profesionalidad para desempeñar el oficio de lagarero.
De la misma manera que nos hace saber Vicente, yo también recuerdo por las tardes y acompañado de los amigos, acudiamos a los molinos que no se encontran demasiados distanciados con un trozo del pan que mi madre me daba y del que se escaseaba mucho.
Cuando llegábamos, lo primero que soliamos hacer era acercarnos al hornos que habia para el calentamiento de la caldera de agua y que además servia como calefación de las personas que por la propia estación del año solia hacer bastante frio. En todas las ocasiones, aquellos trabajadores con sus ropas pringadas del aceite y sus caras tiznadas, nos recibian con agrado y nos ayudaban al tostado del pan que llevavamos. Lo primero que solia hacerse, era pinchar el mismo en una vara de jara o cualquier otro palo que nos servia para retener el pan mientras se tostaba, y que despues sin haber desprendido el mismo introduciamos e los depósitos a los que fluia el aceite procedente del prensado de la aceituna perfectamente triturada. Una vez bien empapado en el eceite, se desprendia del palo que lo sostenia y cogiendolo con las manos empezábamos a engullir como el manjar más apetitoso. No puede echarse en olvido, la voracidad del estómago con aquellos años ni tampoco que el pan y solo el pan satisfacia nuestro apetito.

continuará

jacintoP. SALUDOS

Estas visitas al molino, nos servian además como la mwjor manera de pasar la tarde y enterarnos de la forma de obtener aquella aceite de color amarillento que tanto dinero daba a nuestros pueblos y que como ya he dicho era casi la cúnica forma de sacar algún dinero fresco.
No sé lo que para otros representaban estas visitas, pero para mi especialamente mucho por la curiosidad que sentido siempre de poder saber el porqué de las cosas. Gozaba sobremanera viendo aquellos muñecos que yo llamaba bailar y que no eran otra cosa que las cabezas de las bielas con sus engrasadores de cristal que subian y bajaban moviendo los pistones de la central hidraulica. Cómo a su vez un gran piston eleveba una carretilla con ruedas que circulaban por vias de hierro como lo hacen los vagones del ferrocarril; cómo unas grandes piedra de granito de forma cilindrica o cónica iban estripando la aceituna formando una masa que después de comrimirla arrojaba el aceite; cómo aquella gran rueda del exterior con radios se mavia por el llenado de sus cangilones y que hacia asu vez transmitir el movimiento a todos los demás mecanismos; cómo el aceite se separaba del asprchin y ella quedaba en los depósitos para ser despues recogida y este salia al exterior y se perdia rio abajo con el agua del mismo.

continuará

jacintoP. SALUDOS