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VILLANUEVA DE LA SIERRA: Pienso que las personas somos un poco cómo los árboles,...

Yo era entonces muy pequeño
y antes de ir a la escuela
ya mi madre me mandaba
a llevar a mis dos cabras
al pastor que las cuidaba.

Todos los días a las diez
aquél rebaño arrancaba
cada cabra de su dueño
y subiendo por la cruz
hasta la sierra llegaba.

Allí pasaban el día
entre los brezos y jaras
iban de acá para allá
con campanillos sonando
la hierba mordisqueaban.

El pastor muy responsable
de vez en cuando gritaba
no fuera que por si acaso
y entre aquella maleza
algún lobo se encontrara.

Y así pasaban el día
hasta la puesta de sol
en que el rebaño volvía
por la fuente de la mora
muy deprisa y muy veloz.

Eran animales listos
y cuando a casa llegaban
una gran porción de pienso
y a la puerta de la cuadra
con fruición degustaban.

Todas las tardes yo iba
a esperar a aquellas cabras
nunca nos faltó la leche
que tomábamos con ganas
casi todas las mañanas.

Sería injusto por mi parte
y antes de llegar al fin
no recordar con cariño
a aquel pastor abnegado
mi vecino tío Fermín.

Es una historia real
así vivida y contada
de un niño de pocos años
y aunque hace mucho tiempo
aun no la tiene olvidada.

Umionmendia.

Pienso que las personas somos un poco cómo los árboles, cuanto más alto
llega uno en su profesión, en su cultura, ó en su consideración social,
mas dependemos de nuestras raices. Son las que nos sustentan y nos
mantienen firmes.
Querido Umionmendia tal y cómo dices al final de tu poesia se nota que
tu categoría cómo persona está bien cimentada al no olvidar estas
experiencias vitales que son las que te han proyectado hacía el respeto
y la admiración que todos los que te conocemos te profesamos.
Un abrazo. Manolo