En el año de 1987, tuve la dicha de hacerme con unos escritos que publicaba el Diario de Extremadura, y entre las muchas cosas que decía, pude recopilar una buena parte de la historia de nuestro querido y amado pueblo. Me voy a permitir dar unas breves pinceladas de dicha historia.
Villanueva de la Sierra, llamada en otros tiempos del Obispo, se encuentra, a 524 metros de altitud, en la zona suroccidental de la Sierra de Gata, muy cerca de Hernán Pérez y a escasa distancia de Villa del Campo, Pozuelo de Zarzón, Torrecilla de los Angeles y Santa Cruz de Paniagua.
El término municipal es bastante amplio; (posee una extensión de 4.376 hectáreas, siéndo su altitud máxima de 950 metros). En sus ondulados cerros, se cultivan, con gran primor y por millares los olivos, dispuestos en ordenadas formaciones. Por eso la aceituna, ya sea convertida en aceite o suculentamente aderezada, constituye la principal y casi la única producción agrícola de la zona. También hay algunos campos dedicados a la vid, con cuyo, fruto se elaboran ricos y exquisitos caldos.
La comarca fué ámpliamente colonizada por Roma, como lo prueban las dos Lápidas funerarias halladas en los alrededores de Villanueva de la Sierra, antes del año 1.608, ambas coronadas por el creciente lunar, símbolo mortuorio. Al comienzo del Siglo XVII, fueron trasladadas al Palacio Episcopal de Coria, y en la actualidad desconocemos su paradero.
Villanueva de la Sierra, dependió siempre de la Diocesis de Coria y fué Cámara del Obispo, de ahí su antiguo nombre. Conocemos así mismo que perteneció en calidad de Señorío, al Conde de Encinas. En el año 1588, el prelado curiénse D. Pedro García Galarza, mandó elaborar un censo, y tenía 150 vecinos. A mediados del Siglo XIX, como nos indica Pascual Madoz, poseía un censo de 350 vecinos, equivalente a 1.917 almas, y en las fechas del año 87, tenía una población de 1.000 habitantes.
Es importante el tesoro de Platería que aún conserva la Parroquia de Villanueva de la Sierra. Debemos destacar un hermosísimo Copón renacentista, marcado por el platero cauriense DIEGO LOPEZ, y fechado por una inscripción de la peana en el año 1548< DIOLO IVANA MVÑOZ PARA LA IGLESIA DE VILLANUEVA-AÑO 1548>; también son fenomenales una Cruz procesional de plata sobredorada, de la primera mitad sel Siglo XVII y una Custodia de la misma época. Más sencillos son dos Calices del Siglo XVII, uno de ellos liso y el otro cubierto con rica decoración barroca, y un Copón de los últimos años de la centuria expresada. Y también un Caliz liso del último cuarto del Siglo XVIII, con marcas salmantinas del contraste Enrique Silva y de su autor, el orive Melchor Férnandez Clemente, y una ecléctica Cruz procesional del Siglo XIX.
Continuaré de vez en cuando recordando algo más de esta historia.
Saludos.
Villanueva de la Sierra, llamada en otros tiempos del Obispo, se encuentra, a 524 metros de altitud, en la zona suroccidental de la Sierra de Gata, muy cerca de Hernán Pérez y a escasa distancia de Villa del Campo, Pozuelo de Zarzón, Torrecilla de los Angeles y Santa Cruz de Paniagua.
El término municipal es bastante amplio; (posee una extensión de 4.376 hectáreas, siéndo su altitud máxima de 950 metros). En sus ondulados cerros, se cultivan, con gran primor y por millares los olivos, dispuestos en ordenadas formaciones. Por eso la aceituna, ya sea convertida en aceite o suculentamente aderezada, constituye la principal y casi la única producción agrícola de la zona. También hay algunos campos dedicados a la vid, con cuyo, fruto se elaboran ricos y exquisitos caldos.
La comarca fué ámpliamente colonizada por Roma, como lo prueban las dos Lápidas funerarias halladas en los alrededores de Villanueva de la Sierra, antes del año 1.608, ambas coronadas por el creciente lunar, símbolo mortuorio. Al comienzo del Siglo XVII, fueron trasladadas al Palacio Episcopal de Coria, y en la actualidad desconocemos su paradero.
Villanueva de la Sierra, dependió siempre de la Diocesis de Coria y fué Cámara del Obispo, de ahí su antiguo nombre. Conocemos así mismo que perteneció en calidad de Señorío, al Conde de Encinas. En el año 1588, el prelado curiénse D. Pedro García Galarza, mandó elaborar un censo, y tenía 150 vecinos. A mediados del Siglo XIX, como nos indica Pascual Madoz, poseía un censo de 350 vecinos, equivalente a 1.917 almas, y en las fechas del año 87, tenía una población de 1.000 habitantes.
Es importante el tesoro de Platería que aún conserva la Parroquia de Villanueva de la Sierra. Debemos destacar un hermosísimo Copón renacentista, marcado por el platero cauriense DIEGO LOPEZ, y fechado por una inscripción de la peana en el año 1548< DIOLO IVANA MVÑOZ PARA LA IGLESIA DE VILLANUEVA-AÑO 1548>; también son fenomenales una Cruz procesional de plata sobredorada, de la primera mitad sel Siglo XVII y una Custodia de la misma época. Más sencillos son dos Calices del Siglo XVII, uno de ellos liso y el otro cubierto con rica decoración barroca, y un Copón de los últimos años de la centuria expresada. Y también un Caliz liso del último cuarto del Siglo XVIII, con marcas salmantinas del contraste Enrique Silva y de su autor, el orive Melchor Férnandez Clemente, y una ecléctica Cruz procesional del Siglo XIX.
Continuaré de vez en cuando recordando algo más de esta historia.
Saludos.