ZORITA: El Cacharrero. Pasan los años y hay recuerdos que...

El Cacharrero.

Pasan los años y hay recuerdos que se quedan, se instalan, se acomodan, están ahí; forman parte de nosotros. Uno de esos recuerdos imborrables de mi niñez es “el cacharrero”

Camino de la escuela, en mi Zorita natal, en el rincón de su pequeño taller, el Sr. Cabanillas con el torno de madera que hacía funcionar con los pies, trabajaba el barro, lo moldeaba, lo hacía crecer, lo acariciaba, hacía magia con sus manos…creaba formas que convertía en cacharros útiles para las casas: cántaros, barriles, pucheros, jarras, platos, cuencos, barreños, tazones, ollas, tiestos y hasta bolindres (canicas) cuando estaba de buen humor, con las que los niños disfrutábamos en los juegos.

Mis curiosos ojos de niño se quedaban enganchados a aquella magia, al resbalar de sus manos por el barro hasta conseguir las formas que él quería. Y a pesar de sus reproches, porque le quitaba la luz, yo, subido en el umbral, me aferraba a la puerta con el postigo entreabierto. Y cuando sus reproches eran más fuertes que mi curiosidad, soltaba la puerta y me iba; y al día siguiente la misma historia, la misma curiosidad… y en el mismo sitio, el cacharrero creando formas con sus manos mágicas. Y más días, más barro y más cacharros...

Luego me contaron en la escuela que “Dios hizo al hombre de barro y le dio vida”. En algún momento debí pensar que para moldearlo, habría cogido prestadas las manos del cacharrero, y lo de darle vida no debió ser demasiado difícil para él.

Unos años más tarde, los caprichos del destino me trajeron a Alcorcón, pueblo con gran tradición alfarera (o cacharrera) y, gracias a la U. P.A. En el taller de cerámica, tuve la oportunidad de acariciar el barro, poner mis manos en él, dar formas…
Y, todavía, cuando lo toco, vuelvo a sentirme niño curioso que fui y aparece el mismo recuerdo: “el cacharrero”

Manuel Loro Fernández

Publicado en El libro de Nuestra Escuela, del Colegio de E.y.y P. Santiago Ramón y Cajal “Mi Ciudad, Alcorcón” Ed. Planeta en Mayo de 2005.