Pasaron cincuenta y cuatro años y cada vez que me dirijo a Ares después de pasar la mansión del Indiano en Redes y al rebasar las curbas me pregunto, cual de estas casas será en la que vivía aquella jovencita.
La conocí en el salón de baile en Limodre, apenas hablamos, bastaron unos cruces de miradas lo demás fue el dejarse ir.
Nada habitual hasta pudiera parecer hilarante, estaba acompañada por la que al parecer era su abuela, de negro integral y clásica pañoleta, la niña como yo que practicamente ... (ver texto completo)
La conocí en el salón de baile en Limodre, apenas hablamos, bastaron unos cruces de miradas lo demás fue el dejarse ir.
Nada habitual hasta pudiera parecer hilarante, estaba acompañada por la que al parecer era su abuela, de negro integral y clásica pañoleta, la niña como yo que practicamente ... (ver texto completo)