El pensamiento único limita los debates abiertos e intercambios de pareceres.
Y es curioso, el ideario imperante en los temas de conversación se ajusta más a los que más ruido hacen, que son aquellos que ejercen cierto poder de coacción por que se atribuyen legitimidad moral en contra de aquellos que pretenden callar y que a la hora de la verdad, que es cuando hablan las urnas, son los que suman al estar de acuerdo.
Quién más grita atribuyéndose la verdad generalmente no suele tener la razón, al contrario pretende inocular a los demás sus complejos de inferioridad y sus perjuicios
Y es curioso, el ideario imperante en los temas de conversación se ajusta más a los que más ruido hacen, que son aquellos que ejercen cierto poder de coacción por que se atribuyen legitimidad moral en contra de aquellos que pretenden callar y que a la hora de la verdad, que es cuando hablan las urnas, son los que suman al estar de acuerdo.
Quién más grita atribuyéndose la verdad generalmente no suele tener la razón, al contrario pretende inocular a los demás sus complejos de inferioridad y sus perjuicios