A veces pienso en que consiste la fortuna y llego a una conclusión,: para cada uno es cosa distinta
Yo por mi parte lo dejo ahí, la infancia desde mi habitación que al abrir la ventana me dejaba ver bandadas de pájaros que por la huerta volateaban y que hoy son imposible de ver
Verderolos, y algún jilguero, gorriones para que contar, carrizos entre las zarzas y alguna escribidora, mariposas multicolores, hierba salvaje en donde la cursilería pondría césped, pega revoldana hoy en riesgo de extinción y al fondo un gallinero bien guarnecido por que a la noche las alimañas salían a trabajar, raposo en los arrabales que en las noches de luna llena paseaban huidizos hacia la orilla del mar pienso si para parearse
Tardes noches de agosto cuando aleteando los murciélagos acudían a su insectívoro festín y unos curiosas mariposas de cuerpo robusto que llamábamos roncones por el sonido que producían y en realidad es la mariposa esfinge que sobre su lomo dibuja una forma de calavera y que parece que en la antigüedad inducia a la supersticiones, en realidad eran inocuas y se alimentan del néctar de las flores y no molestaban ni a animales ni a ser humano, alguna gamberrada que otra se hizo en el aula incomodando al profesor al abrir una caja en donde estaban lo insectos capturados e invadiendola acompañada del sonoro rumor y algún que otro palo caía en las nalga y no pasaba nada...
El tiempo corría con estes panoramas y sin pensar que escenarios semejantes el tiempo los iba a difuminar, no por que el proyecto de vida sea diferente, sino de que aún siendo el mismo escenario es imposible reproducir aquellas escenas por que aquellos animales empezando por los insectos y acabando por el puerco espín hoy asisten al lugar en forma esporádica y testimonial y sus nemorias nos evocan un pasado que no se repetirà
Y que es de aquellas mariquitas abundantes que visitaban la playa haciendonos compañia en el arenal , y que de aquella abundancia de pulgas de mar que por más que hubiera nunca eran cosideradas plaga, y que de tanto erizo de mar despreciado en aquel entonces y hoy antojo del sibarita
Y que de los que hemos tenido la fortuna de conocer aquello que no se repetirá
Estábamos en Ares y hoy estamos en la inopia por que todo nos parece distinto , aquello era lo natural hoy se requiere un parque temático
Pobre generación que hoy le hacen ver que es afortunada.
Yo por mi parte lo dejo ahí, la infancia desde mi habitación que al abrir la ventana me dejaba ver bandadas de pájaros que por la huerta volateaban y que hoy son imposible de ver
Verderolos, y algún jilguero, gorriones para que contar, carrizos entre las zarzas y alguna escribidora, mariposas multicolores, hierba salvaje en donde la cursilería pondría césped, pega revoldana hoy en riesgo de extinción y al fondo un gallinero bien guarnecido por que a la noche las alimañas salían a trabajar, raposo en los arrabales que en las noches de luna llena paseaban huidizos hacia la orilla del mar pienso si para parearse
Tardes noches de agosto cuando aleteando los murciélagos acudían a su insectívoro festín y unos curiosas mariposas de cuerpo robusto que llamábamos roncones por el sonido que producían y en realidad es la mariposa esfinge que sobre su lomo dibuja una forma de calavera y que parece que en la antigüedad inducia a la supersticiones, en realidad eran inocuas y se alimentan del néctar de las flores y no molestaban ni a animales ni a ser humano, alguna gamberrada que otra se hizo en el aula incomodando al profesor al abrir una caja en donde estaban lo insectos capturados e invadiendola acompañada del sonoro rumor y algún que otro palo caía en las nalga y no pasaba nada...
El tiempo corría con estes panoramas y sin pensar que escenarios semejantes el tiempo los iba a difuminar, no por que el proyecto de vida sea diferente, sino de que aún siendo el mismo escenario es imposible reproducir aquellas escenas por que aquellos animales empezando por los insectos y acabando por el puerco espín hoy asisten al lugar en forma esporádica y testimonial y sus nemorias nos evocan un pasado que no se repetirà
Y que es de aquellas mariquitas abundantes que visitaban la playa haciendonos compañia en el arenal , y que de aquella abundancia de pulgas de mar que por más que hubiera nunca eran cosideradas plaga, y que de tanto erizo de mar despreciado en aquel entonces y hoy antojo del sibarita
Y que de los que hemos tenido la fortuna de conocer aquello que no se repetirá
Estábamos en Ares y hoy estamos en la inopia por que todo nos parece distinto , aquello era lo natural hoy se requiere un parque temático
Pobre generación que hoy le hacen ver que es afortunada.