ARES: Entré en el Santuario y un ligero olor a incienso se...

Entré en el Santuario y un ligero olor a incienso se percibía, señal de que no hacía muchas horas  alguien había estado allí, no en ese momento en que me hallaba solo, el altar mayor presidía la monumental estructura barroca que recuerda a la de San Martín Pinario de Santiago, y alzando la mirada sobre el sagrario la imagen de la Virgen de los Milagros venerada por la región de Orense motivo de peregrinación, incluso de las regiones limítrofes.
Después de recorrer el espacio interior que despertaba curiosidades, vuelvo al exterior en donde una balaustrada del barroco gallego protegía el espacio perímetral del Santuario que majestuosamente preside un amplio espacio de esplanada flanqueado por uno de sus lados en sentido longitudinal por el que hoy es un hostal y algún día posiblemente residencia de de religiosos
Al otro margen  un colegio de religiosos del que hoy dudo siga en actividad
En la parte posterior del Santuario, un mirador permite ojear todo lo ancho un valle de espeso bosque de coníferas castaños y robles formando un hermoso bosque, y al fondo la Sierra de San Mamed hoy con su ligera elevación hoy cubierta de  nubes, y en invierno hasta la primavera por una ligera capa de nieve
El silencio lo rompe un sonoro canto de pájaros que viene de diferentes puntos como citandose unos a los otros por familias  pudiéndose diferenciar de clases distintas, mirlos, gilgueros, estorninos y algún disonante aquí estoy yo de cuervos y también hurracas,  mientras majestuosamente planea sobre el manto que forma el bosque unas águilas culebreras en busca de su tajada
Y como despedida una pequeña nube de estorninos de esos que en algún lugar son plaga y aquí son una bendición.
De regreso a casa en coche, a mi margen derecho la imagen de lo que hace años era impensable, sobre la pradera espesa y de verde oscuro matiz dos cigüeñas picoteando, me apeo para curiosear de cerca y las aves a modo de avestruz se alejan rápidamente sin intentar emprender vuelo
Regreso al coche y de vuelta a casa.
Y vuelta a lO más hermoso de la Galicia costera sin desmerecer