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ARES: Se dice que el alma de un pueblo es su idiosincrasia,...

Se dice que el alma de un pueblo es su idiosincrasia, y que esta es la suma de elementos culturales y filosóficos adquiridos en el tiempo que la diferencia de los demás, por eso el pensamiento colectivo de un pueblo tiene un punto en común que le da una personalidad reconocible, de ahí las etiquetas y los tópicos que a cada pueblo que se le aplica
El del aresano tal como lo presenta la gran enciclopedia gallega puede ser un punto reconocible cuando destaca de un matiz un tanto arisco y reservado, puede que sea así y el peso cultural nos pueda dar una explicación por que toda la particularidad la tiene  aunque a la hora de la verdad cada individuo sea distinto, como así sucede en cualquier otro lugar, siempre se encuentra el punto en común en el cual nos identificamos  ¿tenemos conciencia cada uno de nosotros que matiz nos corresponde? dejemos que hablen los demás y luego llegaremos a unas conclusiones, aunque luego encontremos compartimentos estancos dentro de un mismo conjunto en donde unos se enfrentan a los otros, al menos eso ocurría cuando yo era joven y me enfrentaba a aquella circunstancia ignorando si en la actualidad se mantiene como en aquel entonces
Me imagino que si, tampoco lo tengo claro.
Me quedo con aquella gente que ya no está y cuando estaba, con la más humilde que a la hora de la verdad te daba lo que no tenía y respiraba por aquella herida por la que tu sufrías,  no puedo olvidar cuando a mis dieciocho años me vi en mi lecho herido de muerte y el pueblo me lo recordó durante tantos años que en vacaciones lo visité y del calor que sentía cuando me lo recordaban diciéndomelo con unas maneras  que jamás de palabra se lo supe agradecer y a día de hoy siento haberlo silenciado por culpa mi carácter introvertido, quizás  lo perciban desde el más allà lo que ahora siento  y a los de más aquí si se dan por enterados mi más sentido agradecimiento.
Incluso a mis queridos enemigos de los que podemos presumir aquellos que no hemos sido santos.
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