ARES: Fluyen los recuerdos, recuerdas Vidal aquellas partidas...

Fluyen los recuerdos, recuerdas Vidal aquellas partidas que vistiendo pantalón corto sujetados por unos tirantes que eran de la misma tela que la del pantalón el que a veces llevaban un remiendo de diferente color en donde se cubre la zona del cuerpo  sobre la que nos sentamos, recuerdas que de porterías a un lado una piedra y al otro también, que tendríamos ¿ocho o como mucho diez años? ¿alguno más? cada uno emulabamos a los jugadores cuya referencia la encontrábamos en el Nodo, todo lo demás era de oídas, lo que nos contaba la radio, el Madrid tenía un jugador que tenía tu mismo apellido, Vidal, al que tu habías adoptado cómo preferente, en la puesta en escena para salir en la foto salía siempre frotando las manos y así lo he visto posar en el Nodo, y tu como admirado tocayo tal cual lo emulabas y luego siendo ya jugador del Numancia a la hora de salir para la foto repetías ese gesto que desde niño dejaste automatizado, el gesto ya te pertenecía y supongo que era reflejo que te fluía inconscientemente de la infancia.
Recuerdas aquellas discusiones que si fulano era mejor jugador que citano y con la pasión con la que cada uno pretendía hacerse dueño de la razón que al fin no se si por poder disuasorio o por razón  de liderazgo a tí te se daba.
Nos ponían hora para ir a comer y no se por que razón a esa hora estábamos empatados y la pasión nos obligaba a desempatar, lo que prolongaba la contienda, tu madre berraba desde el balcón ¡Manoliiiitoooo! y tu marchaba para casa, lo tenías fácil vivías al lado de donde jugábamos, nosotros prolongábamos un poco más para llegar al desempate lo que significaba tardanza para llegar a casa, en donde nos esperaba la madre zapatilla en la mano por la tardanza, luego tocaba correr alrededor de la mesa en donde una enfurecida madre trataba aplicarnos el correctivo,  a veces lo conseguía, alguien me dice que ya no estás y que por lo tanto no te enteras.
No sabe de lo que está hablando, los viejos gladiadores no mueren mientras quede el último de ellos esté presente por que su memoria es la otra forma de existencia.