ARES: Ayer estuve en la Coruña, ciudad que en cortos períodos...

Ayer estuve en la Coruña, ciudad que en cortos períodos me acoja al menos dos o tres veces al año, allí nos conocimos quienes decidimos luego compartir la vida para el resto de nuestros días, y tengo que decir que es la ciudad que me trasmite una sensación especial, sus calles siempre están llenas de gente de un ir y venir al pasear, es el lugar en que se respira un inexplicable aire especial, conozco casi todas las ciudades de España y la Coruña es un algo distinto que mi pobre prosa no  sabe explicar.
Resulta que se celebraba una boda llena de eso que la envidia descalifica y que se le conoce como glamour,  fueron estos los paréntesis que nos da la vida para poder soñar y huir de tanta rutina, es el refugio fugaz  que los seres humanos utilizamos y que sirven como medicina cuando nos integramos en el escenario
No se lo que dirán algunos no se que dirían si asistieran cómo invitados.
Y pensar que el patriarca denostado por los parásitos cuando donó tecnología de última generación a nuestros hospitales que salvaron vidas por detección precoz era un simple trabajador cuando yo era un  residente mas en el lugar. Mil Amancios al día tenían que nacer en España, y que la envidia se disolviera entre los efluvios de los envidiosos que no aportan otra cosa que no sea confrontación y cero de imaginación para lograr una sociedad mejor
Permítasenos soñar que es lo que nos queda a los que sin participar nos vemos sumido entre la jauría que concentra a los  envidiosos.