A mi si me gustan los animales, he tenido un gato que duró viviendo en familia cerca de dieciocho años, tantos que se asumía cómo uno más, se del cariño que se les coge y de la pena que dan cuando enferman.
Veo como hoy es raro aquella familia en donde no hay un perro y uno de sus miembros lo lleva a pasear, hablando con ellos como si de personas se tratara, no se si a los perros si hablaran y les preguntaran si están de acuerdo con su modus vivendi atados a una correa con la tendencia natural de buscar el recorrido distinto al de su amo daría el sí como respuesta, no digo que tengan que andar sueltos ni que tengan que desaparecer de las ciudades, es más la función que cumplen en muchos casos es esencial, acompañar a gente que vive sola y sobre todo personas mayores a las que le dan razón para seguir viviendo pues encuentran en el animal la afectividad que no encuentran en los suyos a los que por necesidad utilizan como de guardería y pasado el tiempo en el olvido
Por eso tengo la duda si es normal la personificación que se hace del animal que lo convierte en un ser neurótico siempre a la contra de donde lo arrastra el dueño con la correa.
Yo creo seria mejor animalar al hombre y dejarse ir por el camino que marca el perro y a ver si así de tal manera adquirir sus facultades, el siempre menea la cola en señal de satisfación al ver a uno de los suyos, el ser humano en demasiados casos no por que se olvida de quienes le dieron de mamar y de quienes le fueron marcando su camino sin la necesidad de utilizar la correa.
Es que con demasiada frecuencia oigo decir lo que molesta el viejo en casa más si es de escasa su aportación.
¿Serán consciente los animalistas de esta realidad que con demasiada frecuencia se repite? ¿No les parece estraña la ausencia de viejos dependientes en los parques y en compañía de un familiar?
Cuando a día de hoy se ven más perros que personas.
Yo creo que estamos perdiendo la chaveta
Veo como hoy es raro aquella familia en donde no hay un perro y uno de sus miembros lo lleva a pasear, hablando con ellos como si de personas se tratara, no se si a los perros si hablaran y les preguntaran si están de acuerdo con su modus vivendi atados a una correa con la tendencia natural de buscar el recorrido distinto al de su amo daría el sí como respuesta, no digo que tengan que andar sueltos ni que tengan que desaparecer de las ciudades, es más la función que cumplen en muchos casos es esencial, acompañar a gente que vive sola y sobre todo personas mayores a las que le dan razón para seguir viviendo pues encuentran en el animal la afectividad que no encuentran en los suyos a los que por necesidad utilizan como de guardería y pasado el tiempo en el olvido
Por eso tengo la duda si es normal la personificación que se hace del animal que lo convierte en un ser neurótico siempre a la contra de donde lo arrastra el dueño con la correa.
Yo creo seria mejor animalar al hombre y dejarse ir por el camino que marca el perro y a ver si así de tal manera adquirir sus facultades, el siempre menea la cola en señal de satisfación al ver a uno de los suyos, el ser humano en demasiados casos no por que se olvida de quienes le dieron de mamar y de quienes le fueron marcando su camino sin la necesidad de utilizar la correa.
Es que con demasiada frecuencia oigo decir lo que molesta el viejo en casa más si es de escasa su aportación.
¿Serán consciente los animalistas de esta realidad que con demasiada frecuencia se repite? ¿No les parece estraña la ausencia de viejos dependientes en los parques y en compañía de un familiar?
Cuando a día de hoy se ven más perros que personas.
Yo creo que estamos perdiendo la chaveta