ARES: Era tan pobre tan pobre tan pobre, que no tenía más...

Era tan pobre tan pobre tan pobre, que no tenía más que dinero, tanto que le producía la incertidumbre de que nunca había recibido un beso por amor lo que le provocaba un enorme desasosiego ante la idea de jamás haber sido amado cuando nunca le faltaba uns mujer que se le arrimara, por lo que decidió abrirse al mundo dejando todo a buen recaudo desembarcando en lugar desconocido y trabajar y trabajar en algo de lo que saliera en el sector primario o secundario que le permitiera vivir al menos modestamente,  poca gente se le acercaba, la suficiente sí al menos para descriminar, pasado largo tiempo y cuando ya había perdido la esperanza casi en un tris de regresar,  alguien se cruzó en su vida y decidieron conocerse hasta que llegado el momento de pasar la barrera que ambas partes estimaban decidieron sellar sus labios en tierna expresión de reconocimiento, fue tal el despertar de sensaciones que el propuso compartir su vida con quien se le había interpuesto por casualidad  en su camino y despertar lo que ignoraba llevaba dentro y ella accedió
Llevan juntos sesenta años y el seguía ignorando aquella cuenta que había dejado atrás, temía que ella al conocerla cambiara la actitud y en consecuencia perder la magia
Y allí marchaban hacia su casa en el largo paseo que para ellos era por su avanzada edad , renqueantes  y ayudados por un bastón y el hombre para sus adentros decía: Si que ha merecido la pena aunque solo fuera por ese primer beso que aquel dia recibí y que a pesar de pasado tanto tiempo el solo pensarlo me devuelve aquel calor, y allá fueron para su hogar en lento andar y renqueantes