Año 1955, mis padres como invitados asisten a la boda de quien pienso era la tía prima o hermana mayor de Paco el "Piloto" un niño algo mayor que yo y que también asistió a la celebración , no puedo puntualizar el grado de parentesco que tenía con la novia, me pierdo con el paso del tiempo, apenas tenía yo cinco años, y compruebo cómo en en las inmediaciones del lugar en donde se celebraba el banquete se están realizando las primeras excavaciones de lo que serian cimientos del grupo de viviendas sociales conocidas entonces como casas baratas, la calidad de la construcción de aquellas viviendas de una sola planta era incuestionable, tanto es así que a día de hoy el estado de las mismas es envidiable, claro que sometidas a puntuales reciclajes debido al paso del tiempo pero sin duda aquellas viviendas promocionadas desde el sindicato vertical del anterior régimen certifican que no todo se hacía mal como pretenden decir los empeñados en contarnos la historia de un blanco y negro que quiero pensar que algo de color tendría cuando en ella una infancia envidiable vista con ojos de hoy se desarrollaba y crecía en un mundo aparentemente feliz ajenos a lo que pudieran guardar para sí sus mayores, pero resulta que los de mi generación coincidimos en apreciaciones, y si una infancia feliz resulta que te marca para siempre y que tiene la positiva facultad de recurrir a la misma en los momentos difíciles que tarde o temprano te presenta la vida, y si a mayores la vida familiar te ofrecía el calor que en muchos hogares de la actualidad brillan por su ausencia, puede ser que a pesar de historias que en realidad nos han sido ajenas hicieran de nuestra generación unos privilegiados