Que para destruir a una generación de jóvenes no hace falta declarar la hostilidades, lo saben bien quienes "santificaron" la movida y luego hablaron de ella como un referente cultural, de libertad y de creatividad
Me estremece rememorar aquel pasado reciente que permanentemente se me insinua, lo que quedó bajo aquellas alfombras en las que se ocultan los altos índices de población carcelaria y moradores prematuros en tumbas de los cementerios a las que madres abrazándose a ellas lloran por lo que pudo ser y no ha sido
He conocido a jovenes de un potencial humano relevante que cayeron en la tentación y en consecuencia en la desidia
Los que tuvieron peor suerte no murieron, deambulan por la ciudad ignorados por unos y despreciados por los demas, como fantasmas entre la bruma se dejan ver y a quienes vienen de frente desaparecer cambiándose de acera.
Que poco se ha escrito o nada de aquella tragedia que no ha dejado barrio de cualquier ciudad que no coincida conmigo en decir
Esto ha sido peor que una guerra
Cuanto dolor y que poco se ha escrito de ello quizás por mala conciencia o por cobardía de no decir lo que en realidad se piensa.
Me estremece rememorar aquel pasado reciente que permanentemente se me insinua, lo que quedó bajo aquellas alfombras en las que se ocultan los altos índices de población carcelaria y moradores prematuros en tumbas de los cementerios a las que madres abrazándose a ellas lloran por lo que pudo ser y no ha sido
He conocido a jovenes de un potencial humano relevante que cayeron en la tentación y en consecuencia en la desidia
Los que tuvieron peor suerte no murieron, deambulan por la ciudad ignorados por unos y despreciados por los demas, como fantasmas entre la bruma se dejan ver y a quienes vienen de frente desaparecer cambiándose de acera.
Que poco se ha escrito o nada de aquella tragedia que no ha dejado barrio de cualquier ciudad que no coincida conmigo en decir
Esto ha sido peor que una guerra
Cuanto dolor y que poco se ha escrito de ello quizás por mala conciencia o por cobardía de no decir lo que en realidad se piensa.