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ARES: Que no había tecnología avanzada, era evidente, que...

Que no había tecnología avanzada, era evidente, que por lo tanto hoy nuestro mundo es mejor, tengo mis dudas, a cada escenario y circunstancias, diferentes procedimientos, sin olvidar que la evolución cobra sus consecuencias y deja cadáveres en el camino.
Uno cuenta lo que ha sido que del presente no hay que contar que quienes viven lo juzguen.
En invierno en Ares como en cualquier otro lugar del mundo rural, eran frecuentes los apagones y menos mal que se podia hablar de ellos, que a lugares determinados del interior hablar de electricidad era una utopía
Estábamos cenando y era invierno y una vez mas se produce un apagón, mi abuela mediollena un vaso de agua y sobre él vierte un chorro de aceite y hace flotar un cartoncito con corta mecha que encendida da una luz tenue, y en la cocina se vislumbran las imágenes de los presentes, entre los que está el señor Ramón marido de la señora María la Montañesa, que hace un par de años había fallecido y que frecuentemente a la hora de cenar aparecía buscando el calor de la. compañia, y en ese ambiente de penumbra surgian viejas historias, contaba de la etapa que siendo soltero estando en Cuba y surgian historias donde se mezclaba la realidad con la fantasía que uno siedo uno pequeño a poco que indagara en la racionalidad lo apercibia como tal
Cuando llegaba la luz de nuevo, en mi caso concreto era el fin del recogimiento como si de una película se tratara y vuelta a la realidad mas prosaica.
Con frecuencia comparecía a la hora de la cena también la señora Pepita mujer de Garrafón que aportaba argumentos y enriquecía la reunión
Quien tuviera una grabadora o al menos usar papel y lapiz., pero tampoco era para pensar que aquello a día de hoy se iba a echar de menos, argumentos agregables a nuestra tradición popular, que se pierden en la nebulosa del tiempo y quienes tienen memoria debieran guardar como oro en paño
Yo no doy para más
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Mui ben Luis, ou sexa qué daquela en Ares tamen rexurdían os fiadeiros... qué tempos aqueles.
Un saudo.