Trece de mayo, día que se conmemora las apariciones de Nuestra Señora de Fatima, para unos un día mas, en lo que a mí se refiere, viendome en el lecho cuando nadie daba un duro por mí, un día que me dejó marcado por diferentes razones
Maruja (su hijo se llama Juan lo mismo que su marido) trajo una imagen de cristal coloreado hueca por dentro que a modo de recipiente contenía agua del manantial que mana en el lugar de las apariciones.
Me veía con los días contados y me agarré a ella como el ùltimo eslabón al que aferrarme, me horrorizaba abandonar este mundo cuando con apenas dieciocho años estaba empezando a vivir, rezaba rezaba y rezaba al tiempo cuando las fuerzas me lo permitían la sujetaba con una mano y apretaba.
Noches de vigilia altas fiebres y angustia provocada por las frases del doctor cuando creía que yo no oía, (este no pasa de las diez) luego a las ocho una ambulancia me conduce al hospital de Santiago que ya no existe
Comunión diaria altas dosis de cloromecitín y cuerpo enllagado por persistente insidia febril, mes y medio después regreso a casa
La inspiracion que me produce la santa es insuficiente por mi corta capacidad descriptiva
Quedé convencido que fue la virgen la que me salvó fué ella la que me acompañó encima de la mesilla durante largas horas de insomnio mientras le suplicaba que no quería morir
Pasaron los años y siempre la tuve presente, hasta llegado el momento que aquello quedó atrás aunque en momentos puntuales cierto que seguia hablando con ella haciendola así presente.
Hace años una escapada a Portugal en día elegido al azar camino de Lisboa, leemos el indicador direccion a Fàtima y allî nos dirigimos, que casualidad un trece de mayo y por azar, la esplanada impresionaba por la gente y devoción que allí se respiraba al tiempo que cánticos y la virgen en procesión creaban un ambiente que al mas profano envolvía momento en que los recuerdos me estremecieron y tuve que contener la emoción, será casualidad o la advertencia por el olvido a un hijo mal agradecido pensé.
Cierto que momentos puntuales seguí pensando en ella a pesar de la crudeza de una profesión que disminulle sensibilidades.
Pero siempre mantuve aunque fueran en minimos la devoción
Puede parecer una casualidad que un hermoso gato que compartió vida con nosotros durante diecisiete años compañero fiel que se quedaba dormido sobre mis hombros mientras leía o practicaba con el ordenador y con tal motivo se creaba entre el animal y yo unos lazos afectivos humanos en reprocidad que casi da pudor decirlo pero era así
Bueno pues mira que hay días en el año y es un trece de mayo cuando al animal se le ocurre morir
Lo juro ha sido así, a nadie se lo he dicho que no fuera a mi mujer o a uno de mis hijos
Pero ahora ahí lo dejo por que la cobardía o el perjuicio no me permitió constatarlo, es mucha la casualidad, no elegí dîa para viajar y mucho menos para la muerte de un animal con tan afectivos vínculos y mira que hay dias en el año, pues tuvo que ser un trece de mayo
Santa Maria Madre de dios cuida de tus hijos y de los que reniegan de ti por que a su pesar no son ni somos nada además de perecederos
Maruja (su hijo se llama Juan lo mismo que su marido) trajo una imagen de cristal coloreado hueca por dentro que a modo de recipiente contenía agua del manantial que mana en el lugar de las apariciones.
Me veía con los días contados y me agarré a ella como el ùltimo eslabón al que aferrarme, me horrorizaba abandonar este mundo cuando con apenas dieciocho años estaba empezando a vivir, rezaba rezaba y rezaba al tiempo cuando las fuerzas me lo permitían la sujetaba con una mano y apretaba.
Noches de vigilia altas fiebres y angustia provocada por las frases del doctor cuando creía que yo no oía, (este no pasa de las diez) luego a las ocho una ambulancia me conduce al hospital de Santiago que ya no existe
Comunión diaria altas dosis de cloromecitín y cuerpo enllagado por persistente insidia febril, mes y medio después regreso a casa
La inspiracion que me produce la santa es insuficiente por mi corta capacidad descriptiva
Quedé convencido que fue la virgen la que me salvó fué ella la que me acompañó encima de la mesilla durante largas horas de insomnio mientras le suplicaba que no quería morir
Pasaron los años y siempre la tuve presente, hasta llegado el momento que aquello quedó atrás aunque en momentos puntuales cierto que seguia hablando con ella haciendola así presente.
Hace años una escapada a Portugal en día elegido al azar camino de Lisboa, leemos el indicador direccion a Fàtima y allî nos dirigimos, que casualidad un trece de mayo y por azar, la esplanada impresionaba por la gente y devoción que allí se respiraba al tiempo que cánticos y la virgen en procesión creaban un ambiente que al mas profano envolvía momento en que los recuerdos me estremecieron y tuve que contener la emoción, será casualidad o la advertencia por el olvido a un hijo mal agradecido pensé.
Cierto que momentos puntuales seguí pensando en ella a pesar de la crudeza de una profesión que disminulle sensibilidades.
Pero siempre mantuve aunque fueran en minimos la devoción
Puede parecer una casualidad que un hermoso gato que compartió vida con nosotros durante diecisiete años compañero fiel que se quedaba dormido sobre mis hombros mientras leía o practicaba con el ordenador y con tal motivo se creaba entre el animal y yo unos lazos afectivos humanos en reprocidad que casi da pudor decirlo pero era así
Bueno pues mira que hay días en el año y es un trece de mayo cuando al animal se le ocurre morir
Lo juro ha sido así, a nadie se lo he dicho que no fuera a mi mujer o a uno de mis hijos
Pero ahora ahí lo dejo por que la cobardía o el perjuicio no me permitió constatarlo, es mucha la casualidad, no elegí dîa para viajar y mucho menos para la muerte de un animal con tan afectivos vínculos y mira que hay dias en el año, pues tuvo que ser un trece de mayo
Santa Maria Madre de dios cuida de tus hijos y de los que reniegan de ti por que a su pesar no son ni somos nada además de perecederos