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Era pequeña y menuda., de edad avanzada visto desde la prespectiva que un niño a los diez años puede tener..
Hacia acto de presencia a la hora de la cena momento que la familia estabamos reunidos, ella nunca compartió la mesa, decia siempre venir cenada de casa, en realidad buscaba compañia calor familiar y tener con quien charlar, estaba casada pero peor que si viviera sola, en un tiempo que la televisión no había irrumpido en las casas rompiendo la armonía familiar, nadie se levantaba de la mesa si no era para irse a la cama
mientras surgian las mas diversas historias según lo que tocara, se hablaba de gente ausente que nunca llegué a conocer, mientras nuestra protagonista participaba y agregaba argumentos a la charla que allí se daba, en una de estas congregaciones cotidianas confesó la angustia que le producia que llegada la hora de la muerte se hallara sola, su marido vivía solo para beber
Ya con mis catorce años viniendo de Ferrol ciudad en la que estudiaba, me invitó a entrar en su casa y así lo hice solo queria charla intuyo que para ella yo era uno mas de su familia, y la mujer en ese momento sentía la necesidad de desahogar, me enseñó los destrozos que le hizo su marido en una mas de sus comparecencias lleno de alcohol hasta las cachas, me insinuó que le pegaba, me llamó la atención cuando me enseñó una figurita de barro rota como consecuencia de uno mas de los desmadres etilicos, figurita que. para ella tenía un alto valor sentimental, lo contaba con cierto desasosiego, creo recordar que era regalo de su hija motivo que le producia mas dolor si cabe.
No recuerdo cuando falleció, debió ser estando yo fuera y abierto ya a otro mundo
Pero a veces recurrentemente me viene a la mente y pienso que que siendo niño y luego adolescente e incluso en juventud no me paraba pensar por ser edad de andar a lo suyo y ausente de sentimentalismos y ahora pienso
Cuanto sufrimientto de aquella menuda mujer teniendo que tragar e incluso tener que oir decir que hay que tener resignaciónn porque el mal es una de las facturas que cobra el azar cuando alguien decide casarse como si de jugar a la loteria se tratara
Pobre mujer y pobres quienes tuvieron que sufrir lo indecible al nacer en fecha equivocada.
En homenaje a aquella mujercita que siendo yo niño la sentía entrañable pero que no reparaba en el drama que significaba su vivir coacionada y con deficit de asistencia afectiva, no me paraba a pensar, solo sentia su presencia cuando venía a charlar siendo agradable de oir, era una mas de la familia aunque por tiempo parcial
Hacia acto de presencia a la hora de la cena momento que la familia estabamos reunidos, ella nunca compartió la mesa, decia siempre venir cenada de casa, en realidad buscaba compañia calor familiar y tener con quien charlar, estaba casada pero peor que si viviera sola, en un tiempo que la televisión no había irrumpido en las casas rompiendo la armonía familiar, nadie se levantaba de la mesa si no era para irse a la cama
mientras surgian las mas diversas historias según lo que tocara, se hablaba de gente ausente que nunca llegué a conocer, mientras nuestra protagonista participaba y agregaba argumentos a la charla que allí se daba, en una de estas congregaciones cotidianas confesó la angustia que le producia que llegada la hora de la muerte se hallara sola, su marido vivía solo para beber
Ya con mis catorce años viniendo de Ferrol ciudad en la que estudiaba, me invitó a entrar en su casa y así lo hice solo queria charla intuyo que para ella yo era uno mas de su familia, y la mujer en ese momento sentía la necesidad de desahogar, me enseñó los destrozos que le hizo su marido en una mas de sus comparecencias lleno de alcohol hasta las cachas, me insinuó que le pegaba, me llamó la atención cuando me enseñó una figurita de barro rota como consecuencia de uno mas de los desmadres etilicos, figurita que. para ella tenía un alto valor sentimental, lo contaba con cierto desasosiego, creo recordar que era regalo de su hija motivo que le producia mas dolor si cabe.
No recuerdo cuando falleció, debió ser estando yo fuera y abierto ya a otro mundo
Pero a veces recurrentemente me viene a la mente y pienso que que siendo niño y luego adolescente e incluso en juventud no me paraba pensar por ser edad de andar a lo suyo y ausente de sentimentalismos y ahora pienso
Cuanto sufrimientto de aquella menuda mujer teniendo que tragar e incluso tener que oir decir que hay que tener resignaciónn porque el mal es una de las facturas que cobra el azar cuando alguien decide casarse como si de jugar a la loteria se tratara
Pobre mujer y pobres quienes tuvieron que sufrir lo indecible al nacer en fecha equivocada.
En homenaje a aquella mujercita que siendo yo niño la sentía entrañable pero que no reparaba en el drama que significaba su vivir coacionada y con deficit de asistencia afectiva, no me paraba a pensar, solo sentia su presencia cuando venía a charlar siendo agradable de oir, era una mas de la familia aunque por tiempo parcial